¿Donde estamos parados y porqué?

La cadena de agresiones que desde el mundo industrializado, el primer mundo si le gusta, nos está haciendo vivir desde mucho tiempo atrás y cada vez con mayores problemas, en un mundo nefasto, lejano en geografía y en realidades al de ellos y sin más perspectivas que la de terminar esclavos en nuestra tierra y morir de todas aquellas pestes consecuencias de las acciones de los poderosos del planeta.

Es cierto que cada uno busca de la mejor manera lo necesario para vivir, pero en esta desigual carrera en la que estamos inmersos, quienes disponen del mundo toman y destruyen en su afán lo ajeno para su propio beneficio y para nuestro pesar,. “Lo ajeno” para ellos, es “lo nuestro” para nosotros.

Cada paso de aquellos que dominan el mundo, significa para nosotros o deuda externa impía o desmejoramiento por contaminación, desertificación, destrucción del medio ambiente o en el mejor de los casos, la toma por parte de los grandes terratenientes del mundo de las mejores tierras, los mejores aires y las más codiciadas aguas de nuestra Patria.

Ninguna de las acciones a favor de los países más desposeídos del planeta.

Así van desapareciendo como por arte de magia, en realidad por arte de la maldad, riquezas forestales, ictícolas, fauna autóctona, reservas de agua pura que o desaparecen o terminan contaminadas constituyendo el veneno nuestro de cada día, apestando generaciones, con enfermedades conocidas y de las otras, sin que nadie desde el primer mundo nos tenga en cuenta.

Cierto es además, que nada de esto se consiguen por acción de unos pocos, en esta historia de entrega y dominio están los propios y ajenos, aquellos que vienen y los que los dejan venir, los que entran y los que dejan entrar y los que hacen y los que los dejan impunemente hacer. Y cuando hablamos de los que dejan nos referimos a nuestros propios conciudadanos, en muchos casos en el poder, que permiten acciones de todo tipo sin medir consecuencias.

¿Llegará el día en que podamos revertir esta situación de injusticia, la que en definitiva nos lleva la vida de cada uno?.

Ese es el camino de trabajo que nos debemos desde la PATAGONIA, reclamando justicia al mundo. Las naciones agobiadas por la Deuda Externa en dólares, emprenderemos la tarea del cobro sin remedio de la Deuda Ecológica de la que somos acreedores. Ese capital irredento que significa un mundo limpio, para vivirlo sin temores ni tumores, con la fuerza de la vida sana, la que todos nos merecemos y que recuperaremos por la firmeza de nuestros pueblo y la salud a pleno de nuestros hijos.

Carlos L. Berenguel – Asociación “PATAGONIA PURA H 2O”
Caleta Olivia – Santa Cruz – PATAGONIA