La situación del gas en Europa: El gas altera el orden
El precio del gas también hace subir el precio de la electricidad verde. La Comisión de la UE ha hecho evaluar el mecanismo responsable de ello.
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Los que han elegido conscientemente un proveedor de electricidad ecológico en Austria deben darse cuenta ahora de que también aquí la factura de la electricidad se encarece considerablemente, de forma análoga a la del gas. Según E-Control, un megavatio/hora de electricidad verde costaba 257 euros en el primer trimestre de este año. A finales de 2021 seguía siendo de 126,56 euros. Aunque en realidad no hay cuellos de botella en la energía hidroeléctrica, solar y eólica, su disponibilidad no es limitada, y la guerra en Ucrania no tiene impacto en la disponibilidad y la producción.
Dar gas a las alternativas
La evolución de los precios está relacionada con el llamado orden de mérito. Es decir, el conjunto de reglas según las cuales la electricidad se negocia en las bolsas internacionales de energía y el orden en que se introduce en la red eléctrica. En primer lugar, se introduce en la red la electricidad procedente de las centrales eléctricas con los costes marginales más bajos, por ejemplo la energía eólica. A continuación, se añaden gradualmente centrales eléctricas con costes marginales más elevados hasta satisfacer la demanda. El precio de la electricidad en la bolsa lo determina la última central eléctrica más cara que se enciende.
En Austria, entre el 75% y el 80% de la electricidad generada procede actualmente de fuentes de energía renovables. «Sin embargo, alrededor del 15% procede de centrales de gas», explicó al «Wiener Zeitung» Christian Zwittnig, portavoz de la industria energética austriaca.
Austria ya no tiene centrales nucleares ni centrales de carbón. Y como la demanda de energía no puede cubrirse (todavía) sólo con electricidad verde, se añaden una y otra vez centrales eléctricas de gas. El gas tiene la ventaja de que se puede recurrir a él con gran rapidez y puede estabilizar rápidamente la red en caso de cuellos de botella para que no haya cortes de electricidad.
Sin embargo, con los actuales precios récord del gas, esto hace que los precios de la electricidad suban de forma masiva en general (ver gráfico).
Paquetes de ayuda contra la crisis del gas
En su actual análisis del mercado de la electricidad para la Comisión de la UE, la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía de la Unión Europea (ACER) también examinó el actual modelo de mercado de la electricidad y los efectos de la crisis del precio del gas. Su conclusión: en principio, debe mantenerse el modelo de mercado existente. Sin embargo, la actual crisis de los precios del gas la está sacudiendo.
Los Estados miembros de la UE deberían tomar medidas para contrarrestar el fuerte aumento de los precios con medidas fiscales específicas para los grupos especialmente afectados, por ejemplo, realizando pagos a los hogares.
Pero no necesariamente cambiando el modelo de mercado.
Fomento de las energías renovables
El mercado europeo de la electricidad está liberalizado desde hace 20 años. Para los consumidores domésticos, esto significa que pueden elegir entre un gran número de proveedores de energía y tarifas. Según E-Control, esta liberalización ha supuesto para los consumidores un ahorro de 150 millones de euros anuales.
La industria energética quiere mantener el modelo de mercado existente y el orden de mérito a pesar de que los precios del gas se han disparado. «El problema es que a primera vista no es lógico que este sistema funcione bien», dice Zwittnig. Pero ha contribuido significativamente a la seguridad del suministro, a la descarbonización y a unos precios favorables en los últimos años. Como las centrales eléctricas con los costes marginales más bajos son las primeras en alimentar la red, las centrales eólicas, hidroeléctricas y solares siempre tienen prioridad. Esto, a su vez, ha orientado las grandes inversiones hacia estas tecnologías.
Además, el precio del gas ha sido muy barato durante la mayor parte de los últimos diez años, hasta el verano de 2021. En la primera Corona del año 2020, un megavatio hora de gas costaba a veces entre 10 y 20 euros. Hoy es más de diez veces superior. También entonces el gas fue la última tecnología en encenderse, y el gas ruso barato de la época hizo que el precio de la electricidad bajara considerablemente en general.
Sin embargo, desde el repunte económico tras los cierres de Corona del verano pasado y el aumento de la demanda de energía, y sobre todo desde las incertidumbres que rodean a un posible corte de suministro de gas desde Rusia a causa de la guerra, todo ha cambiado.
Ahora los gobiernos de la UE, los grupos de interés y también la Comisión de la UE se devanan los sesos sobre las mejores medidas para contrarrestar esta crisis de precios. Entre otras cosas, se está debatiendo la eliminación del gas de la Orden de Mérito, al menos durante un breve periodo de tiempo, para que las centrales de gas que se han puesto en marcha recientemente no puedan hacer subir tanto el precio de la electricidad.
Precio alto en la bolsa de energía
El problema es que esto sólo tendría un efecto notable si se produjera en toda la UE, dice Zwittnig. Además, tendría consecuencias incalculables, también para la seguridad del suministro. Los economistas desaconsejan actualmente un cambio completo del modelo de mercado eléctrico, también en lo que respecta a la descarbonización del sector. Un estudio de la Agencia Austriaca de la Energía analizó las consecuencias de un cambio del actual modelo de «pago según se autorice» a un modelo de «pago según oferta» (ver gráfico).
Llega a la conclusión de que el precio de la electricidad sería más alto, especialmente en los periodos sin crisis, porque los productores serían remunerados por los precios que ofertan. Además, las centrales eólicas, por ejemplo, se alimentarían a la red más tarde o no lo harían.
Por cierto, para garantizar que se inyecta en la red exactamente la misma cantidad de electricidad que demandan los clientes, los proveedores de electricidad tienen que comprar electricidad a largo y corto plazo. Así, se aseguran una cierta cantidad básica de energía para uno o dos años. El resto se compra diariamente en la bolsa de electricidad.
Y es precisamente ahí donde los precios se han disparado recientemente.
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