¿Es la infidelidad una patología?: Estas son las etapas cerebrales que intervienen
Karin Silvina Hiebaum – International Press
En el proceso de infidelidad, al igual que en el amor, intervienen varias fases cerebrales y físicas
Ejercicios según los sexólogos para potenciar al máximo el placer sexual
¿Es la infidelidad una patología?: Estas son las etapas cerebrales que intervienen
¿Es la infidelidad una patología?: Estas son las etapas cerebrales que intervienen / GETTY IMAGES
Podría decirse que el narcisismo es una de las enfermedades de neustreo siglo. El también llamado indivdualismo patológico ha invadido todas las esferas de la vida humana, entre ellas la de la fidelidad en la pareja (y en otros entornos sociales? . Dentro de este contexto cultural y social que nos invade, la fidelidad sufre también su revés y la infidelidad cobra protagonismo en el último reducto de intimidad que le quedaba al ser humano. Y pese a que los motivos más comunes se basen en problemas y desgaste en las relaciones, también influyen factores psicológicos y cerebrales que impulsan a ello. ¿Cuáles son?, y ¿Cuáles son las etapas por las que pasa el cerebro de un infiel?
En primer lugar diremos que la fidelidad,en términos sentimentales, hace referencia a un acuerdo según el cual, las personas que forman una pareja, se comprometen a estar juntas sin que entre ellas dos haya otra persona que intime con cualquiera de los componentes de la pareja. Por ende, eso incluye las características morales el término entre las que se encuentran la lealtad, el compromiso, la sinceridad y el cumplimiento de promesas.
Pero, como en el amor, la fidelidad v a cambiando de forma y etapa con el paso del tiempo. Algunos saben amoldarse y darle valor a sus premisas por encima de otros impulsos; otros, simplemente se dejan llevar por el registro narcicista de »hacer lo que me dé la gana, cuando me dé la gana», sin pensar en las consecuencias. Llegados a este punto, el cerebro hace su papel.
FASES
Las fases en las que interviene el cerebro, incluso con proyecciones físicas, y que impulsan a un infiel a cometer una infidelidad son las siguientes:
1.Infatuation:
La conocida como luna de miel. Se trata de una etapa de enamoramiento caprichoso y obsesivo en la que el cerebro se ‘inunda’ de dopamina (un neurotransmisor que aumenta la sensación de placer). En esta fase la persona que comete la infidelidad llega a cambiar hasta su forma de pensar y ciertas actitudes se aproximan a comportamientos propios d e personas con TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo).
Esta etapa se parece bastante a la primera del enamoramiento en la que el cóctel molotov de químicos que libera el organismo umentan la energía y la sensación de emoción y deleite.
2.Vinculación:
La siguiente fase podría denominarse como de ‘vinculación’. Es la oxitocina (hormona del amor) la que ‘inunda’ ahora el cerebro y provoca que el sentimiento de amor, apego y acercamiento crezca entre las personas vinculadas en una infidelidad.
Cuanto más tiempo se alarga la infidelidad más oxitocina se libera, de manera que el acercamiento entre las dos personas cambia y se producen muchas situaciones en las que se plantean iniciar una relación y dejar a sus actuales parejas.
3.Secreto:
En esta última fase, ambas partes, de seguir con su aventura, acuerdan mantenerla en silencio. Algo que no es bueno para el cerebro, según los especialistas. Los neurocientíficos sugieren que es mejor confesar los secretos, porque su retención puede interferir con la función cerebral.
¿Patología?
Hay algunas personas que recurren a la infidelidad casi por adicción. Es el caso de los infieles patológicos. Y es que,algunas personas sencillamente no pueden controlar sus impulsos, sean estos sexuales o no. A diferencia de otros casos, ni existen carencias en la relación que den lugar a la infidelidad, ni el infiel busca deliberadamente su disfrute, sino que más bien no puede evitarlo y tienden a cometer infidelidades de forma sistemática.
Un estudio desarrollado por la Universidad de Florida, determinó que la persona infiel tiene la tendencia a desarrollar una forma de apego denominada »apego inseguro». Esta teoría asegura que las relaciones primarias establecidas con los padres y cuidadores durante la infancia y los primeros años de vida influyen decisivamente sobre las relaciones que se entablan en la vida adulta. Y es que parece ser que todas sus manifestaciones se relacionan con el perfil de la persona infiel.
Según la teoría de apego de John Bowlby (1907-1990), aquellas personas que han desarrollado apego inseguro suelen presentar en la edad adulta las siguientes características, según el tipo de afecto y relaciones primarias bajo la cual han desarrollado su apego. Nos encontramos con tres tipos de personas infieles:
1. Apego ansioso
Los adultos que exhiben este tipo de apego son más sensibles al rechazo y a la ansiedad, presentan deficiencias a la hora de controlar sus impulsos y una insatisfacción constante. Así mismo temen ser rechazados por la pareja sentimental, y es por esta razón que entablan relaciones de manera constante e impulsiva, buscando la aprobación.
Algunas investigaciones en psicología señalan que las personas infieles suelen ser también las más celosas, cuestión que en el fondo revela un gran complejo de inferioridad y una autoestima débil que necesita reafirmarse gustando a otras personas y de manera muy frecuente. Curioso, ¿verdad?
2. Apego evitativo
Este tipo de individuos, son personas que muestran más frías y tendrán tendencia a mantenerse más distantes, por lo que sus relaciones serán menos profundas, o se les conferirá menor carga emocional. Presentan constantemente conductas esquivas, altos niveles de hostilidad y agresividad, y para ellas ser infiel no tendrá el mismo peso emocional que para el común de las personas. En definitiva, aparecerán altas tasas de interacciones negativas con la pareja.
3. Apego desorganizado
Estas personas no entablan una relación con la suficiente seguridad y convicción, y acostumbran a hacer gala de un comportamiento impredecible y mal organizado. Llegado el caso, no se muestran muy comprensivas, y resultará extremadamente difícil para ellas ser comprendidas por su contraparte. Las características de este tipo de personalidad en cuanto a su relación afectiva contribuirán a que esta tenga poca continuidad.
Motivos más comunes de infidelidad
Nuca se ha tenido la intención de ser fiel. Algunas personas simplemente no creen en la monogamia. El hecho de que tengan pareja no implica que pretendan dejar de tener relaciones con otras personas.
Insatisfacción con la pareja. Esta insatisfacción puede ser sentimental, sexual, de atención o de cualquier otro tipo. Ante esta sensación de no ser cuidado por la pareja, muchas veces se buscan relaciones con terceras personas.
Creer que ya no hay amor. Muchas veces, como consecuencia de la disminución del deseo y de la actividad sexual. Este proceso es natural en todas las parejas, pero a veces lleva a interpretar que la relación se ha roto.
Buscar una alternativa a la actual pareja. Ya se sabe que se quiere abandonar a la actual pareja, pero se busca tener a alguien en la recámara. No se quiere romper la actual relación sin tener la otra aún asegurada.
Sensación de inseguridad personal. Se puede dar si la persona se siente más fea que su pareja, menos atractiva, menos inteligente, etc. Aquí la infidelidad sirve como forma de reafirmación personal, al sentirse que se está »en el mercado».
Monotonía en la relación. Esto puede suceder incluso si la relación es valorada positivamente en su conjunto. Aquí, muchas veces se trata simplemente de la necesidad de buscar algún aliciente personal.
Revancha. A veces, se es infiel como reacción a alguna afrenta que se ha sufrido por parte de la pareja. Aquí la infidelidad es una forma de venganza, en la que desquitarse por el trato injusto que se ha recibido.
Inestabilidad emocional. Algunas personas simplemente son infieles debido a que tienen un patrón de personalidad inestable. Los individuos con traumas infantiles o que han sufrido abusos en su infancia tienen mayor propensión a ser infieles.
0 Comentarios