El futuro tan temido
“El mundo no está preparado para una pandemia”, advertía hace exactamente un año la organización mundial de la salud OMS. La noticia casi pasó inadvertida cuando fue publicada, ya que para esa época nuestro país estaba inmerso en el proceso electoral y cuestiones como la economía y la incertidumbre sobre el resultado de las elecciones concentraban toda la atención. Solo algunos medios le dieron trascendencia al informe que en síntesis coincidía con otros llamados de atención y tenía como precedente algunas otras “pestes” recientes, como el SARS, o más acá, el Ebola.
Puntualmente la Organización Mundial de la Salud (poco antes de que este en juego su prestigio, tendencia ideológica y financiación) hizo una revelación digna de una película de cine catástrofe: un virus que podría matar a 80 millones de personas en menos de dos días
«El mundo no está preparado para una pandemia», advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS) decía el informe incluso mencionaba 36 horas de distancia entre la normalidad y la pandemia.
Lo que pasó entre el 16 de septiembre de 2019 al 11 de enero de 2020 es inexplicable.
El tenor de la advertencia y la magnitud de la amenaza deberían haber encendido alertas de todo tipo; desde las obvias epidemiológicas, hasta las de seguridad interior de los países (al menos de las economías importantes); pero claramente nada de esto ocurrió. A la luz del impacto, esto es irrefutable.
Las primeras muertes que tuvieron como escenario el casi medieval mercado de Huanan, en la ciudad china de Wuhan, fueron tomadas casi como anécdotas de programas culinarios donde se consumen exóticas especies. Se mencionaba que se vendía carne de 112 diferentes animales, desde ratas hasta koalas. Pescados, pulpos, serpientes, ciervos, tejones, aves y murciélagos, se enumeraba sin embargo pocos hacían mención del extraño laboratorio del gobierno chino a pocos metros del lugar.
¿Es que nadie había prestado atención al informe “Un mundo en riesgo”, elaborado por la Junta de Monitoreo de Preparación Global (GPMB). Más aun cuando ese pepper mencionaba un brote similar al que ocurrió en 1918 -gripe española-, con una población que viaja constantemente, podría tener consecuencias mucho peores. El 22 de septiembre del 2019, se conoció el informe completo que presagiaba “la amenaza de una pandemia que se extienda por todo el mundo es real”.
Pero no se trataba “solamente” de las victimas por los contagios, se estaba poniendo objetivos sobre desestabilización de gobiernos.
Todo comenzaría con otra pandemia de gripe, causada por virus en el aire; y tan solo teniendo en cuenta que cada año se registran en el mundo cerca de mil millones de casos, de los cuales entre 290 mil y 650 mil personas fallecen por causas respiratorias relacionadas. Una simple cuenta de regla de tres simple, podría dar un resultado estimado de la capacidad de matar de este nuevo virus.
Pasados 6 meses del brote inicial, y cuando todos los gobiernos del mundo improvisan medidas y pocos se atreven a hablar de la “post pandemia” y en cambio hablan de “convivir” en una nueva normalidad, los líderes mundiales quedaron expuestos ya sea por incompetencia, falta de visión, o incluso oportunismo y responsabilidad.
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