Chile mira al futuro y sueña con una nueva Constitución
El plebiscito para poner a consideración una reforma Constitucional se usó como estrategia para descomprimir una situación que parecía desmadrarse. Fue durante el convulsionado 2019 en Chile, cuando empujados por la crisis económica, y las creciente brecha entre los que podían y los que no podían, hizo que las calles de las principales ciudades vieran oleadas de gente protestando. Al son de la canción «El Baile de los que Sobran», el legendario grupo de rock «Los Prisioneros» los reclamos mas diversos se aunaron en una sola queja que tuvo como blanco al Presidente Piñera. Cada medida o cada anuncio que se lanzaba desde la «Casa de la Moneda» ( sede gubernamental de Santiago) era rechazada y enardecía mas a quines permanecían en las calles.
Entrar en la disquisición respecto a si eran muchos o pocos, o si estaban empujados por sectores interesados en una revuelta contra el gobierno claramente vinculado a la derecha conservadora nacional, queda extemporánea con el resultado de ayer en las urnas. La gran mayoría de los chilenos votó para que se modifique la Constitución redactada en la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
La jornada electoral del 25 de octubre será una bisagra en la historia del país de Neruda, aquel poeta universas, que dijo sabiamente: «Para que nada nos separe que nada nos una». Premonitorio.
Nuevo escenario
Los resultados del plebiscito son abrumadores más del 95% de la votación escrutada, la opción «Apruebo» alcanzó el 78% de los sufragios. También ganó la opción para que una Convención Constitucional redacte la nueva Carta Magna.
De este modo, se avanzará sobre otra instancia, una nueva votación para la conformación de este organismo, que deberá estar integrado solo por ciudadanos electos para ese fin.
Queda como anécdota que la opción del rechazo al cambio constitucional recibió un 22,03 % de los votos, mientras que la opción de que la nueva Carta Magna la elabore una convención mixta formada por parlamentarios y ciudadanos electos obtuvo el 20,94 por ciento.
Tras la votación la gente salió a la calle, pero eran otras caras que a diferencia de un año atrás habían dejado la mueca adusta, y sonreían. Aunque ya a fines del 2019, y principios de este años; Pandemia de Covid-19 mediante, las cosas parecían mas calmadas, la sensación en ciudades como Valaraiso, Viña del Mar o la misma Santiago se respiraba enrarecida, pesadas, caldeada. Por eso, lo de ayer fue como una gran olla a presión que libera un enorme chorro de vapor caliente. Se respiró «distensión».
Hasta ahora la Constitución nos ha dividido. A partir de hoy, todos debemos colaborar para que la nueva Constitución sea el gran marco de unidad, de estabilidad y de futuro», aseguró el presidente Sebastián Piñera en su mensaje a la nación. «Hoy hemos demostrado nuevamente la naturaleza democrática, participativa y pacífica del espíritu de los chilenos y del alma de las naciones honrando nuestra tradición de república», agregó. El destino del bello país del Pacífico Sur vuelve a ser incierto, pero esperanzador. Tal vez la sentencia de Neruda sea cierta: «Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera». Pero eso solo ll saben los chilenos.
Detalles
Las 155 personas que integrarán la convención ciudadana que redactará la nueva Constitución serán elegidas por votación popular el 11 de abril del año que viene y a partir de entonces tendrán un margen de nueves meses, prorrogables una sola vez por tres meses más, para elaborar el nuevo texto de la nueva Carta Magna. El texto resultante será sometido a un nuevo referéndum, ya en 2022, que será de voto obligatorio y en el que los ciudadanos decidirán si lo aprueban o rechazan.
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