“Bullrich no sabe de educación, su política es palo y a la bolsa”
Juan Valentín, Partido Obrero
Con cero didáctica, la presidenta del PRO salió por los medios de comunicación a atacar a la docencia, que durante el 2020 trabajo el doble y hasta el triple para garantizar las clases virtuales, sin apoyo del Estado
La exministra de las balas de goma, las pistolas tasser y las represiones a quienes reclaman por sus derechos, salió con los tapones de punta contra las y los laburantes de la educación.
Resulta que para Patricia Bullrich la culpa de un año si clases presenciales es responsabilidad de los docentes y nada tiene que ver el gobierno actual y los anteriores, que por ejemplo han destruido la salud pública. Al punto tal que los hospitales colapsan por los picos de contagios promovidos por el «vayan todos a trabajar» de la burguesía que ella representa y que ahora quiere imponerle a la docencia, mientras ella descansa en su casa y se hace algún tiempito para ir a uno que otro programa televisivo. A la docencia que gana salarios por debajo de la línea de pobreza, se le quiere imponer también que trabaje en condiciones de insalubridad.
En línea con el ajuste de Alicia Kirchner
En su afán de imponer la idea de las clases presenciales aún sin vacuna, Patricia Bullrich recurrió a atacar a los docentes santacruceños, que vienen luchando contra un gobierno que en cinco años llevo los salarios de 900 pesos por sobre la línea de pobreza a más de 16 mil por debajo. Cuatro de esos cinco años lo hizo con el apoyo del gobierno macrista del que formaba parte la exministra.
Allí radica la razón por la cual se realizaron tantas medidas de fuerza. Aunque la ministra piense que el problema son los sindicatos, la realidad es que la responsabilidad es de los sucesivos gobiernos que empujan la labor docente a condiciones de esclavitud bajo la premisa de la vocación. Patricia Bullrich se pregunta porque los docentes no trabajan como los policías, los médicos y los empleados de comercio, porque desconoce la labor educativa y el enorme esfuerzo que hizo la docencia para intentar llegar al hogar de cada pibe sin el apoyo de ningún gobierno, ni nacional, ni provinciales, ni de CABA, que dejaron a docentes, estudiantes y familias a la deriva en lugar de garantizar el acceso gratuito a inter y dispositivos para mantener la continuidad pedagógica con todos adentro.
Un año después del inicio de la pandemia, pocas son las escuelas en condiciones de albergar niños y adultos bajo algún tipo de protocolo que cuide su salud.
La presencialidad en tiempos de pandemia y pobreza
Bullrich habla de panza llena, no conoce la realidad de un país donde más del 40% de las familias y más del 60% de jóvenes y niños son pobres y no tienen acceso a una alimentación saludable que mantenga altas sus defensas. Tampoco hay acceso un sistema de salud que cubra los casos más críticos no sólo de COVID, sino también del resto de las enfermedades que crecen en nuestro país.
Sin alimentación saludable, sin un sistema sanitario acorde, sin salarios acordes al costo de la canasta familiar y sin escuelas en condiciones, la presencialidad se convierte en un discurso reaccionario que condena al pueblo trabajador a la miseria.
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