El pueblo desunido, siempre será vencido
Los conflictos se multiplican y siempre terminan casi igual, dureza, conciliábulos y finalmente una respuesta a los pedido, que casi nunca es una solución y en el medio corte de rutas, manifestaciones, medidas que incomodan a los demás; los que ganan poco por que ganan poco , los sin trabajo por una migaja de subsidio y los que al decir de los demás ganan mucho también buscando justicia en sus ingresos y con esto la guerra de los pobres contra los pobres, mientras los de arriba siguen su juego y tanto unos como otros preocupados en como se arman para una guerra que no tiene motivos, que no muestra trofeos y que solamente responde al ansiado “tener poder”.
La pregunta casi es siempre la misma cuando se ve este panorama desde abajo y lo hacíamos en otras columnas: qué será realmente el poder?
Qué sentirá aquel que deja el llano y se ubica por mérito de sus propios pares por encima de ellos ¿Qué se verá desde allá arriba, cómo se vivirá con la vida de los demás a su merced que nadie quiere volver y siempre quieren más y los que por alguna razón retornaron a la filas de sus anteriores pares, trastocan su vida y ya todo no es igual, parecen otros.
Esa lucha tiene una contrapartida en los slogan de la multitud “el pueblo unido jamás será vencido” y ese es quizá el mayor enemigo que tienen los usuarios del poder y contra eso arremeten para que no se cumpla y allá es cuando se comienza a pergeñar lo más nefasto del sistema: como hacer para que ese pueblo vencedor una vez unido no cumpla su cometido.
Argumentos para que el mismo pobre use contra otro tan o más o menos pobre que él, hay a raudales y si no la inventiva hace que se creen sin medida.
Porqué se quejan aquellos si ganan más que nosotros, porque medidas de trabajadores cuando los desocupados estamos esperando, desocupados que en Caleta Olivia pasaron a llamarse Trabajadores en espera.
Si yo con 20 no grito, nadie con un centavo más que yo puede gritar y sino. “allí están los piquetes de la abundancia” como calificara la Presidente a los reclamantes del agro argentino.
El tema es que el pobrerío no se junte porque sino se quema el rancho.
Este haber cambiado la remuneración por un trabajo de un honorario a la mínima de la subsistencia es una de las razones por la que se han cambiado tantas cosas. Hoy lo que se le paga a un trabajador por cumplir con sus tareas es una cifra que tiene que ver con lo necesario como para no pase hambre y él que supera esos límites, que no son muchos, pasa a la clase casi de privilegio.
Buscando un parámetro constitucional podríamos decir que se cambia aquello de que “a igual trabajo, igual remuneración” , por algo indignante como “a igual hambre y necesidad, igual limosna” y eso pone mal a la gente y se siente solidaria y de allí a juntarse hay un paso. Entonces el tema está en ver como sin mejorar nada, esos tipos (el pueblo) se mantiene en iguales condiciones pero enfrentado por ese mismo motivo y a la hora de la verdad terminan peleando por el mismo mendrugo para beneficio de los pocos, los que ya no se preocupan de que ni Dios ni la Patria ni los Santos Evangelios les demanden nada, porque además tienen todo armado como para que “esos” terminen agradeciendo y endeudados por su miseria con su propio verdugo, ese al que le dieron trabajo, y los calificaron de autoridad.
Les va bien por ahora, pareciera que es así, pero no se pueden contradecir las reglas naturales y no todas la vida podrán seguir logrando que “El pueblo desunido siempre será vencido”.
Le duela a quien le duela, este artículo entre otros leídos en Mitin desnuda una verdad que golpea a nuestro pueblo. Estoy convencido que nos merecemos algo mucho mejor.
¡Impecable! La frase o lema de «Unidad y victoria» (o «En Unión y Libertad») tiene un inconveniente y es que no explica «para qué» ni el «dónde»; mucho menos el «cuándo» y ni qué hablar del «cómo». Creo que el lema «El Pueblo unido jamás será vencido» o su precedente «El Pueblo quiere saber de qué se trata» (de 1810) necesitaron de algo más que les diera sentido propio. Ese algo más fue la educación y, más concretamente la educación cívica.
El Pueblo vence si observa su constitución. El Pueblo vence si encarna los valores allí contenidos de libertad, compromiso por el bien común, Paz, justicia y progreso, sometimiento a la ley, etc. El padrenuestro de esos valores es el preámbulo y la biblia la declaración de principios y garantias que les sigue. Nótese que hablo de principios y no de medios. Principio es todo aquello que da origen o es causa eficiente de lo que sigue.
Un Pueblo que confía religiosamente en los hombres de poder está perdido y condenado en un irredimible camino a la servidumbre. El Pueblo debe seguir la ley y reclamar a sus representantes y, como ellos no les respondan, no votarlos nunca más. Toda ley debe representar una aspiración justa y sin embargo aquí la mayoría de las veces se hacen para consagrar privilegios y no igualdades de dignidad y derechos. La matora dd las leyes qun se veneran co,o a vacas sagradas son un pasaje seguro a la pobreza de todos para ganancia de unos pocos. ¿cuántos recambios políticos sucedieron a consecuencia de ellos? Ninguno. Término, la libertad es un don el día que nos la dieron nuestros padres y la sociedad. A partir de allí se convirtió en una carga y una responsabilidad.