Todos los días son el Día de la Libertad de Prensa
La libertad de prensa: es la posibilidad de libre expresión y el derecho a recibir la información que uno determine sin ningún tipo de censura, uno de los especiales pilares de la democracia.
Esto dicho así, parecería propio de sociedades que transitan sus vidas por carriles casi perfectos y sin problemas, situación que no es tan real y sí que los pueblos más allá de disponer los derechos, como en el caso de la libertad de prensa, deben diariamente luchar en forma férrea por mantenerlos en vigencia, contra deformaciones propias de la misma sociedad y en desmedro de las convivencias democráticas.
La libertad de prensa: aquella nacida en el mundo como ideario de pueblos, pasó en poco tiempo a convertirse en un arma poderosa en contra de todo aquello que a espaldas del hombre, sucedía por obra y gracia de los que siempre supieron encontrar la forma de estafar a su semejante.
Esa misma condición de poder fue lo que hizo que la Prensa comenzara a ser para muchos un fin, para otros un arma, para el propio poder una forma de dominar y para los pueblos con ansias de libertad: la forma de decir y escuchar la realidad de la vida.
Estos mismos caminos recorridos, marcan que la Prensa se ha convertido en el tiempo y cada vez con mayor fuerza, en un hecho más dentro de la sociedad, con los mismos vicios y virtudes de esa sociedad de la que proviene.
Demás está decir que esa imagen de cruzados del medioevo, luchando contra la injusticia, hoy no es paradigma de toda la prensa.
También dentro del sistema en que vive la prensa, se cuentan con todos los problemas de cada estamento, sean estos: calidad, honestidad, esmero y dedicación, así como corruptos y genuflexos.
Vista la cosa de esta manera, la lucha dentro de la democracia o no, para mantener a la prensa libre, es una trinchera que cuenta con muchos trabajadores de medios junto a la comunidad que aspira a vivir libre.
La libertad de Prensa dejó en los últimos años de ser patrimonio solo de los hombres y mujeres de prensa, y pasó a ser tesoro de todos.
Hoy la Libertad de Prensa no incluye solo al trabajador de medios que pugna por informar la verdad y en plenitud, sino que incluye a sus receptores, aquellos ciudadanos que en uso de sus libertades y derechos exigen ser informados a pleno, que entienden que nadie puede quitar a un informador la libertad y los medios para que ese ciudadano que espera la información, la tenga como un derecho magno: el de estar informado de cada cosas que sucede en su derredor.
Ese doble juego de entrega y recepción en libertad, forma la tan apreciada y en muchos casos vilipendienda Libertad de Prensa, esa que obliga a los gobierno a dar cuenta en forma pública de sus actos, de ser investigado, de ser criticado siempre en la búsqueda de la verdad. La que obliga a cada ciudadano que actúa, a que se deban exponer sus acciones a la sociedad sin perder la identidad ni la privacidad, pero expuesto a sus pares.
La Libertad de Prensa exige de trabajadores de prensa honestos, con la fuerza de enfrentar la realidad de un mundo de presiones y tentaciones, con la firmeza de su compromiso con un receptor anónimo, desconocido, pero que está esperando el trabajo del hombre de prensa y que éste lo haga en libertad para hacer uso de la suya, esa de ser informado con la calidad que exige la libertad.
Ese doble juego de libertades mutuas, hace que la Libertad de Prensa sea una de aquellas vivencias que deban ser interactivas sin remedio, nadie puede dejar que el otro sea oprimido, por que de esa manera será preso de su propia opresión..
Carlos Lisandro Berenguel
Periodista
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