Cierre del TLC entre Mercosur y Singapur dinamiza la estática agenda externa del bloque
Una delegación interministerial se prepara para viajar al país asiático en mayo
El Mercosur y Singapur recorren el tramo final de la negociación para la firma de un Tratado de Libre Comercio, una excepcionalidad que se distingue del pobre avance que mantiene la agenda comercial externa del bloque.
En mayo está previsto un encuentro de jerarquía en el país asiático para el cual se espera que concurran nutridas delegaciones de todos los socios. En el caso de Uruguay, se está trabajando para que viajen representantes de los ministerios de Relaciones Exteriores, Economía y Ganadería, Agricultura y Pesca. Fuentes del gobierno de Uruguay dijeron que si bien se está cerca de concluir las negociaciones, todavía quedan aspectos sustantivos por resolver. Uno de ellos es el vinculado a la propiedad intelectual.
Las tratativas del Mercosur con Singapur –el primer país miembro de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) con el que negocia el bloque– se iniciaron en 2019 y hasta abril de este año llevaban cuatro rondas de negociaciones. La expectativa de Paraguay, que ocupa la presidencia pro témpore de la organización, era concluir el acuerdo en este semestre, aunque fuentes de la cancillería indicaron que seguramente se necesite algo más de tiempo.
En la cancillería entienden que la conclusión del acuerdo con Singapur no tendrá impactos significativos para Uruguay dado los niveles de intercambio comercial que ambos países han mantenido históricamente (el promedio de la exportaciones uruguayas durante los últimos 12 años fue de US$18 millones), aunque advierten que es una buena señal en la medida que da cuenta de un movimiento en la estática agenda de negociación externa del bloque, incluso con estados con los que ya se había iniciado un camino como los casos de Corea del Sur, Canadá y la Unión Europea.
Canadá: entre la pandemia y Bolsonaro
En el caso de Canadá, las negociaciones se lanzaron oficialmente en marzo de 2018 en Asunción. Hasta la fecha se han realizado siete rondas, la más fue en julio y agosto de 2019. La octava ronda fue suspendida por la inminencia de la celebración de elecciones federales relámpago en Canadá en octubre de 2019 y luego el covid impidió la realización de reuniones presenciales.
Si bien algunos intercambios técnicos han continuado de manera remota, rondas sustantivas de negociaciones no han podido ser convocadas desde la llegada de la pandemia, principalmente porque Canadá ha indicado que la presencialidad era necesaria por razones de confidencialidad en esta etapa avanzada en que se deben discutir las cuestiones más sensibles como acceso al mercado.
Si bien esa ha sido la explicación oficial para la falta de convocatoria de una nueva ronda, el gobierno del Primer Ministro canadiense Justin Trudeau mantiene aprehensiones desde el punto de vista político en función del rechazo que existe en los movimientos ambientalistas canadienses a la política ambiental de Jair Bolsonaro, sobre todo respecto a la deforestación de la Amazonia y los efectos de ello sobre las comunidades indígenas.
A pesar del interés que existe en la industria canadiense por este acuerdo, el gobierno canadiense podría estar especulando con la posibilidad de un escenario políticamente más ameno para vender el acuerdo a su base electoral luego de las próximas elecciones en Brasil.
Por su parte, los cuatro países del Mercosur han dado señales claras a Canadá de querer avanzar con las negociaciones
La Unión Europea, Corea y la falta de voluntad política
En los casos de la Unión Europea y Corea del Sur el estancamiento se debe estrictamente a razones de índole política. En la organización europea persisten varios opositores al acuerdo, entre ellos Francia, que con la renovación del mandato de Emmanuel Macron asegura cinco años más de dilación.
El canciller Francisco Bustilo comenzó su gestión en 2020 con «cifradas esperanzas» de lograr para fines de ese año la firma que ratificara el acuerdo, pero a los pocos meses asumió una postura pesimista respecto a las chances de éxito, y pasó a remarcar que ni siquiera se había alcanzado un acuerdo, sino un «acuerdo en principio» aún inconcluso, más allá de la revisión legal.
Luego de un par de comparecencias ante el Parlamento en las que insistió en ese punto –y hasta argumentó que el alto perfil de los anuncios de 2019 respondían a que “venían las elecciones» en Argentina y «había que mostrar un logro en materia de política exterior”–, el diputado colorado Ope Pasquet realizó un pedido de informes a Cancillería para conocer el estado de situación de las negociaciones, y el detalle de lo que está en el debe.
En la respuesta, a la que accedió prenda uruguaya en su momento, Bustillo ratificó que a la fecha «las negociaciones no han concluido» y planteó que «al no haber concluido el proceso negociador, resulta difícil prever la fecha de la firma del acuerdo”.
«A la fecha quedan temas comerciales pendientes de acuerdo, además de la revisión legal y formal de los textos y traducción de los mismos. Asimismo, el Mercosur y la Unión Europea convinieron la publicación simultánea de los textos acordados a la fecha. Los documentos han sido publicados de forma progresiva en la medida en que van siendo confirmados por ambas partes, pero cabe destacar que los mismos no están vigentes al día de hoy», señaló el canciller.
En cuanto a Corea del Sur, Argentina transmitió que no tenía interés en participar de las negociaciones pero no mostró oposición para que el resto de los socios del bloque siguiera adelante. Cuando se planteó la posibilidad de un acuerdo también hubo resistencia brasilera. Del lado coreano ya no hay el mismo entusiasmo.
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