¿Ser buen hijo conlleva a ser buen esposo? Quizas
Karin Silvina Hiebaum – International Press
Pronosticar que un hombre será buen esposo en un país donde la mitad de las uniones se rompe o se deteriora antes de cumplir los 2 años y el machismo es imperante, es una tarea compleja.
Un varón puede ser buen hijo y eso nos hace suponer que podría ser un buen esposo. En ocasiones puede ser comprensivo y amoroso con sus hijas, considerado y amoroso con su madre.
¿Qué significa ser un buen esposo?
Un buen esposo es el fiel. Se pone en lugar de su pareja respetándola y valorándola, es solidario, comprensivo y amoroso. En la intimidad sexual, demuestra una actitud de valoración, cariño y respeto. Manifiesta sentimientos de respeto hacia los padres y familiares de su esposa.
Muchas actitudes de las parejas vienen marcadas desde el hogar de origen. El hijo de un padre alcohólico que golpeaba a su madre, puede quedar afectado y copiar esa actitud. La inseguridad de un hombre, reflejada en celos sin fundamentos frente a su pareja, lo descalifica como buen esposo. El agresor físico y mental de su pareja NO puede ser calificado como buen esposo.
Hay ciertas cosas que se deben evaluar en el entorno cotidiano de una pareja, que nos servirán como guía para saber qué tipo de matrimonio tenemos.
¿Fue un noviazgo de crecimiento, de amor y de respeto mutuo?
¿Él y ella comparten metas de superación?
¿Ambos están casados por primera vez?
¿Tienen sus necesidades básicas cubiertas?
¿La misión, visión, y objetivos frente al futuro van por el mismo camino ayudándose para progresar?
¿Ese matrimonio tiene y comparte la misma fe religiosa y las creencias ideológicas y políticas?
¿Se respetan y ayudan a superar las posibles debilidades del otro, en un acto permanente de amor y comprensión?
Existe gran probabilidad de que si un hombre es bueno con su madre, sea buen esposo.
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