Diez reglas básicas para que la convivencia en pareja funcione
Karin Silvina Hiebaum – International Press
Hay pautas muy sencillas que evitan muchas discusiones y nos alejan de la monotonía cuando vivimos juntos
Cada vez hay más relaciones estables que se rompen por problemas de convivencia y de falta de sensación de equipo. Por ello tiene interés de poder hablar de unas reglas o pautas básicas (en concreto diez) que si las aplicamos en nuestro día a día pueden ayudarnos a evitar que la convivencia con nuestra pareja se convierta en un problema.
1. Despertarse y acostarse juntos
Puede parecer una tontería, pero es muy importante. En los momentos de tranquilidad es cuando podemos dejar que fluya nuestra afectividad. Y también podemos tener un momento para hablar de las cosas que nos preocupan, o simplemente crear una conexión positiva entre los dos.
2. Calendario de tareas compartidas
Muchas veces dejamos que las cosas más básicas vayan funcionando por improvisación. Esto puede ser muy contraproducente, porque un miembro de la pareja puede esperar que el otro haga algo (es decir, se creará una expectativa) y si no lo hace entonces aparecerá la decepción y las discusiones. Si creamos un simple calendario de rutinas evitaremos una parte de estas discusiones. Un ejemplo más concreto es el de crear un calendario con los menús semanales.
3. Lista de ocio con intereses comunes
Con el paso del tiempo solemos relajarnos con la pareja y muchas veces se dejan de hacer actividades o viajes porque entramos en la monotonía. Una forma de evitarlo es que creemos una lista, que podemos colgar en la nevera o algún otro lugar de la casa, que contenga ideas de ocio para hacer en pareja, de esta manera no vamos a caer en la típica situación de estar treinta minutos en el sofá preguntándonos qué hacemos y no acabar haciendo nada .
4. Un espacio de pareja semanal
Sé que muchos pueden pensar que este punto es muy ideal, sobre todo cuando hay hijos. Pero no estoy diciendo dedicar todo un día, sino a veces simplemente una o dos horas para estar solos. Para dedicarnos cien por cien a la pareja y poder mantener los vínculos emocionales y renovar el sentimiento de enamoramiento. Si no tomamos este hábito podemos caer en la rutina y que vayan pasando los días y las semanas y no recordemos cuándo fue la última vez que pasamos un rato positivo juntos.
5. Una vez al mes, hablar de la relación
Se trata de evitar que el día a día esté lleno de quejas o comentarios negativos hacia el otro. Si todo lo reducimos a una noche donde hablamos y valoramos la relación en un entorno relajado y positivo conseguiremos muchas cosas positivas difíciles de controlar espontáneamente. Es decir, estaremos alertas de decir las quejas en sentido de una necesidad, también podremos aceptar más fácilmente un reproche y podemos, incluso, dejar un espacio para valorar qué debería añadirse a la relación, lo que no acostumbramos a hacer.
6. Sólo diez minutos para contar problemas
Si esto no intentamos ponerlo en práctica lo que sucede es que acabamos hablando toda la noche de problemas del día y del trabajo, haciendo que al final ya no nos apetezca estar con la pareja porque sólo recordemos que se queja, y que cada día será la misma historia, provocando una reducción considerable de la comunicación.
7. Cada día, decir una o dos cosas positivas a la pareja
Sé que parece obvio, pero no acostumbramos a hacerlo. Cuando ya nos convertimos en pareja estable se nos suele olvidar. Y la verdad es que este pequeño gesto, que no nos lleva ni dos minutos, nos puede aportar una mejora considerable de la relación.
8. Contactar una vez durante el día
Esta conducta sirve para hacer sentir a nuestra pareja que no sólo estamos con ella por hábito, sino que durante nuestro día seguimos teniéndola presente. Debemos recordar que no es necesario que sea una conversación de diez minutos, sino simplemente un emoticono del Whatsapp o una llamada de un minuto diciendo hola.
9. Respetar espacios personales
Se puede tener un espacio propio cada día o uno a la semana. Parece una tontería, pero es importantísimo que podamos sentir que tenemos un espacio para nosotros, que no nos sentimos ahogados. Muchas veces cuesta permitir que, aunque estemos juntos en el piso, cada uno haga lo que desea o quiere. No siempre tenemos que estar haciendo lo mismo y juntos.
10. Crear una lista de proyectos de pareja
Cuando una pareja está en su época de comenzar a vivir juntos, de celebrar su boda o de tener hijos los proyectos vienen solos. Pero una vez se pasan estos años se entra en una rutina donde parece que sólo se espera que vayan pasando los días y se vayan haciendo las obligaciones que nunca se acaban. Por lo tanto, recomiendo que de vez en cuando se piense y se reflexione si hay proyectos de pareja o no. Y que no se nos olvide: lo mejor es poder crear una lista e ir eliminando lo que se vaya logrando, lo que hace que nos sentimos realizados. Estos no deben ser importantes, pueden ser pequeñas cosas.
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