7 Estrategias para prepararte para un examen
Karin Hiebaum de Bauer
¿Has escuchado el dicho “trabaja de forma más inteligente, no más duro”? Aunque algunas personas pueden pensar que se refiere a encontrar formas de hacer todo su trabajo rápidamente y sin mucho esfuerzo, lo que realmente significa es que es importante encontrar las mejores estrategias que funcionen para ti para lograr excelentes resultados en cualquier tarea que tengas que hacer. Es posible que te estés preguntando: ¿Cómo puedo aplicar esto a mis exámenes?, porque a veces puede parecer que no importa cuánto estudies o cuántas horas dediques a tu preparación, los resultados no parecen reflejar todo ese esfuerzo.
Bueno pues, hay buenas noticias y … ¡excelentes noticias! Primero, tú no es el problema y definitivamente no eres la única persona que se pregunta eso. En segundo lugar, es posible que no estés utilizando la mejor técnica para prepararte, un problema que puedes solucionar aplicando las siete estrategias que hemos recopilado a continuación.
1. Empieza lo más pronto posible y planea tus sesiones de estudio:
Mientras más rápido empieces a prepararte para un examen, más tiempo vas a tener para cubrir todo el contenido y hacer preguntas tu profesor o compañeros de clase. De la misma manera, es importante programar tus sesiones de estudio y comprometerse con ese horario. Encuentra un horario en el que normalmente te sientas más despierto y asegúrate de que no entre en conflicto con tu práctica de fútbol o el horario de tu programa favorito para que puedas dedicar toda tu atención al estudio. .
2. Estudia en un lugar apropiado:
No comerías en el baño ni bailarías en medio de una autopista, ¿verdad? De igual manera, prepararse para un examen requiere que encuentres un lugar apropiado sin distracciones, donde puedas concentrarte. Por lo tanto, cuando sea posible, evita estudiar en habitaciones donde otros miembros de tu familia estén viendo televisión, jugando, o conversando. (¡Y definitivamente no estudies en la cama!)
3. Crea un plan de estudio y comprometete a cumplirlo:
Evita saltar de un tema a otro de manera desorganizada. Esa técnica solo te dejará confundido y abrumado. En su lugar, enumera los temas que debes estudiar y crea un plan de estudio que detalle cuándo y cómo vas a estudiarlos. Al hacer esto, sabrás lo que has estudiado, lo que te falta y las preguntas que debes hacerle a tu profesor o monitor.
4. Prueba diferentes técnicas de estudio:
Si sentarte a leer conceptos te hace bostezar y te descocnentras con cualquier cosa, intenta leer los temas en voz alta mientras caminas por la habitación como si se estuvieras contando una historia. Cuando termines de leer, vuelve a sentarse y has un resumen de lo que acabas de aprender. Otros métodos que puedes probar incluyen: crear mapas mentales, describir lo que estás estudiando con tus propias palabras, grabarte leyendo y escuchar activamente, usar fichas bibliográficas, crear un código mnemotécnico, adivinanzas y trucos mentales similares. Hay infinitas posibilidades. Tómate el tiempo necesario para encontrar el método que mejor se adapte a tus necesidades y tu estilo de aprendizaje.
5. Usa la tecnología:
No te estamos diciendo que entres a tus redes sociales y les cuentes a tus seguidores lo que has leído cada cinco minutos. Estamos diciendo que hay muchas aplicaciones y sitios web gratuitos que pueden ayudarte a estudiar diferentes conceptos de una manera divertida. Intenta resolver cuestionarios en línea con Quizlet o Kahoot !, mira una charla de Ted, visita The LAB y practica con cursos relacionados con lo que está estudiando, o visita sitios web como NewsELA o BrainPop para explorar artículos sobre el tema de tu examen. De verdad, una vez que comiences a navegar a través de los muchos sitios web y aplicaciones educativos divertidos que existen, te vas a empezar a preguntar Facequé?
6. Toma pausas activas:
Las pausas activas son tan importantes como sentarte y cocnentrarte en el tema. Levántate de tu escritorio, sal a caminar, toma una siesta de 20 minutos, toma mucha agua, habla con un amigo y haz todo lo que pueda para recargar energías para poder volver a estudiar con una nueva perspectiva y un cerebro descansado. Llenarte de información durante horas puede ser contraproducente y dejarte confundido y abrumado. Sin embargo, incluir pausas activas en tu horario de estudio asegurará que aproveches al máximo el tiempo, recuerdes más cosas, y entiendas los conceptos.
7. Forma un grupo de estudio:
Estudiar con otras personas tiene muchas ventajas, ya que todos tienen diferentes habilidades y pueden aprender unos de otros. Además, seguir los sencillos consejos que explicamos anteriormente en este blog puede ayudarte a lograr la dinámica perfecta para que tu grupo de estudio sea un éxito y todos los miembros logren los mejores resultados posibles.
Consejo extra:
¡No te asustes! Entendemos que los exámenes son importantes. Sin embargo, no hay necesidad de que te agusties o de que sacrifiques cada segundo libre que tengas para estudiar. Sigue nuestros consejos, organízate, descansa lo suficiente, sigue haciendo cosas que te diviertan además de estudiar, practica ejercicios de atención plena y, lo más importante, antes de comenzar el examen, respira hondo y haz tu mejor esfuerzo.
Recuerda que todo lo que puedes hacer es tu mejor esfuerzo y eso es suficiente ¡Buena suerte!
Mgter. Karin Silvina Hiebaum
Psicóloga – Escritora
Profesora de inglés-Alemán- Español – Contabilidsd y Administración
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