Universo Tattoo: Los tatuajes en nuestra sociedad actual
En la última década, el número de personas que llevan como mínimo un tatuaje se ha incrementado muy considerablemente en nuestra sociedad occidental.
¿Pero, por qué? ¿Qué motiva a una persona a hacerse un tatuaje o más de uno?
La mentalidad ciertamente ha cambiado en las últimas décadas; en el caso de los tatuajes, hasta ahora, era algo relegado al ámbito carcelario, y más ancestralmente al ámbito tribal, pero, ¿qué ha pasado para que hoy día cualquier persona sea susceptible a llevar tatuajes? ¿Por qué hemos cambiado la forma de adornar el cuerpo, por el culto al mismo, como nunca antes en la historia de occidente? ¿Nos creemos realmente “modernos” por llevar estos adornos o es que hemos vuelto a algo muy ancestral sin ser demasiado conscientes?
El origen parece que no ha variado mucho desde nuestros ancestros: comunicar dentro de un contexto cultural específico, a la vez que grabar recuerdos en la piel.
¿Las personas son conscientes de que ese ALGO que va a llevar en su cuerpo es para SIEMPRE, son sabedores de que la tinta, objeto extraño en el organismo y muchas veces de dudosa procedencia, puede producir toda clase de efectos secundarios? ¿O es que simplemente ya NO pensamos en el FUTURO, pensamos solo en el “aquí y el ahora”, sin pararnos a pensar en las consecuencias a largo plazo…? ¿Cómo imaginamos el futuro?
¿Ha cambiado la mirada interior, la percepción que tenemos de nosotros mismos, el cómo nos mostramos al mundo, qué mensajes queremos transmitir?
Muchas personas se tatúan para superar miedos, comunicar pasiones o inspiraciones, otros para que quede patente en la piel esos lazos de consanguinidad o de afecto hacia otras personas. También como homenajes o símbolos de protección frente a la adversidad.
Una mezcla de psicología, filosofía, sociología, antropología, en este caso de la identidad y de la autoestima (Kirby Farrell) y cómo no, de economía (los lobbies de poder y el consumismo) se juntan en el universo tattoo.
¿Y tú, por qué te tatuaste?
Me parece un retroceso a la barbarie.