Efectos del consumo de alcohol en adolescentes y jóvenes
El alcohol produce adicción y su uso indebido está asociado a trastornos de conducta social, trastornos mentales y del comportamiento. En los más chicos afecta el rendimiento escolar y está vinculado a accidentes de tránsito, violencia y hasta suicidio.
El alcohol es una sustancia psicoactiva, es decir, que una vez que ingresa al organismo produce cambios en el funcionamiento del sistema nervioso central y puede crear adicción física, psicológica o ambas. A largo plazo, el consumo de alcohol daña las células cerebrales provocando trastornos de la memoria, en el juicio y en el pensamiento.
En grandes y chicos el abuso de este tipo de sustancias genera trastornos de conducta social, trastornos mentales y del comportamiento; y conductas sexuales de riesgo. En los más chicos, el consumo de alcohol reduce además el rendimiento escolar y está asociado a accidentes de tránsito, violencia y suicidio.
«Adolescentes y jóvenes están expuestos a otros trastornos que produce el consumo de alcohol y que pueden ser irreversibles tales como la depresión, la ansiedad y la baja autoestima», advierte la Dra. Cecilia Avancini, jefa de Pediatría de una organización de emergencias médicas. Y explica: «El etanol atraviesa las membranas de las células e interacciona con todos los elementos que las componen. Tiene un efecto específico sobre las proteínas encargadas de la neurotransmisión cerebral provocando daño a corto y largo plazo».
Estos efectos, detalla, «interfieren con otros sistemas neurotransmisores, opioides, dopamina y endocanabinoides, que se relacionan con mecanismos de recompensa y sirven de punto de inicio de la dependencia».
Como sabemos, la adolescencia es un período de riesgo respecto a la adopción de determinadas conductas entre las cuales el consumo de alcohol ocupa un lugar preponderante. «En esta etapa de la vida el cerebro se halla en una fase de modelación en la cual se establecen las conexiones psicoactivas que van a permanecer en el futuro. Es por esto que los trastornos producidos por el alcohol suelen hacerse permanentes marcando la vida de las personas», sostiene la Dra. Avancini.
En cuanto a la prevención, suele ser beneficioso adoptar horarios de venta restringida, así como también prohibir la venta de alcohol a menores. Agrega Avancini: «También deben diseñarse e implementarse programas educativos y, como siempre, la educación familiar es el pilar fundamental que ayuda a prevenir el consumo de alcohol en adolescentes y jóvenes».
0 Comentarios