Cinco claves para enseñar a nuestros hijos a debatir y discutir con respeto
Por desgracia, es frecuente encontrarnos con personas que no saben debatir; que se alteran o enfurecen escuchando opiniones contrarias, que tergiversan los argumentos del interlocutor o que no son capaces de guardar turno con el uso de la palabra.
El debate es una técnica de comunicación que usamos continuamente, y que consiste en enfrentar posturas relacionadas con una determinada temática. Es importante que los niños aprendan desde que son pequeños a debatir con respeto y tolerancia. Son muchos los colegios que ponen en práctica esta técnica como parte de sus actividades dentro del aula, pero los padres también podemos enseñarles a debatir poniendo en práctica estos sencillos consejos.
1) Saber de lo que se habla
Una de las primeras reglas a la hora de debatir es hacerlo con conocimiento, es decir saber de lo que se está hablando. Por eso, cuando nuestros hijos desconozcan algún tema pero muestren interés por él, debemos animarles a buscar información o a preguntar, de manera que puedan forjarse una opinión al respecto y manifestar su punto de vista.
2) Captar la atención del público
Captar la atención de quien te escucha es otra de las reglas fundamentales para debatir. Para ello, debemos emplear un tono moderado y ameno, no gritar pero tampoco utilizar una voz monótona que pueda aburrir al interlocutor y no atrapar su atención.
También es importante cuidar la comunicación no verbal a la hora de transmitir: mirar a los ojos de la persona o personas con las que estemos hablando, mantener una actitud positiva y entusiasta y ser natural con los gestos y movimientos.
En general, los niños suelen ser bastante naturales con este último punto, pero a medida que van creciendo, y sobre todo si nunca han realizado exposiciones en público, la naturalidad y espontaneidad a la hora de hablar delante de un grupo se puede ir perdiendo. Por tanto, no está de más reforzar los puntos clave de la comunicación no verbal antes de iniciar un debate.
3) Esperar turno para hablar
Respetar el turno de los demás es otra de las reglas de oro a la hora de debatir. A ninguno nos gusta que nos pisen o nos corten cuando estamos haciendo uso de la palabra, por lo que es fundamental inculcarles ese respeto desde la infancia.
Pero no sólo se trata de esperar con paciencia a que la otra persona termine de hablar, sino de escuchar atentamente lo que está exponiendo y entender sus argumentos, con el fin de rebatir o hacer las preguntas pertinentes cuando llegue de nuevo nuestro turno.
4) Ser conciso y breve
Antes de debatir, debemos enseñar a nuestro hijo a hacer un breve esquema mental de las ideas que le gustaría exponer y cómo hacerlo para que su exposición resulte clara, breve y concisa.
Además, podemos enseñarle a ejemplificar para hacer entender de forma más rápida y cercana al auditorio la idea que quiere exponer. Igualmente, es fundamental que los niños entiendan la importancia de ser original en su exposición y no repetir los mismos argumentos cada vez que tengan el uso de la palabra.
5) Mantener el control de las emociones
En un debate escucharemos muchas posturas, algunas de las cuales serán totalmente contrarias a nuestra forma de pensar. Por eso, debemos enseñar a nuestros hijos a respetar la opinión de los demás, por muy diferente que sea de la suya, a no descalificarla, mantener el control de las emociones y no alterarse a la hora de rebatirla.
Además, es fundamental que los niños sepan diferenciar la opinión de la persona que la manifiesta. Porque se puede estar en contra de una idea, pero nunca arremeter de forma personal contra quien la transmite. Todas las personas se merecen respeto, independientemente de que sus ideas nos gusten más o menos.
¿Cómo practicar el debate en casa?
Si en el seno de nuestra familia estamos educando a nuestros hijos en libertad y democracia, estaremos practicando el debate casi a diario y sin darnos cuenta.
Porque en el momento en que las decisiones de una familia se toman entre todos los miembros, fomentando el pensamiento crítico de nuestros hijos y escuchando sus opiniones y valorándolas, no sólo estaremos fortaleciendo su autoestima, sino que también estaremos poniendo en práctica muchos de los puntos expuestos anteriormente.
De cualquier forma, y con independencia de este tipo de situaciones familiares y cotidianas que podamos tener, no está de más practicar, a través del juego, cómo debatir con respeto y tolerancia:
Hagamos con ellos un simulacro de debate, eligiendo un tema que les resulte de interés y sobre el que sepan y tengan una opinión al respecto.
Hagamos especial hincapié en el respeto de los turnos a la hora de hablar y en no monopolizar la conversación. Si son muy pequeños deberemos tener paciencia cuando hablen, no cortarles, ni acabar las frases por ellos.
Cuando se trate de niños más mayores que ya tengan fluidez verbal, podemos incorporar un cronómetro a modo de juego para que marque los tiempos de exposición de las personas que participan en el debate. Poco a poco, el reloj les irá ayudando a ser concisos y a concretar en su exposición.
Si les damos libertad de pensamiento, escuchamos de forma activa y valoramos sus opiniones, nuestros hijos aprenderán mediante el ejemplo a hacer lo mismo con los demás.
Igualmente, también es importante que les hagamos ver que si no están de acuerdo con una opinión expuesta deben expresarlo sin temor, con respeto y asegurándose de que son escuchados.
Y ya por último, podemos practicar con ellos técnicas para hablar en público mediante el juego: escenificar una obra de teatro, cantar, contar cuentos utilizando diferentes voces, enseñarles trabalenguas o rimas… Además de divertirse, todos estos juegos les ayudarán a ejercitar la mente, a ganar mayor fluidez verbal y vocabulario, mejorar su entonación y pronunciación.
0 Comentarios